A esta imagen, había que darle “una vuelta más”, porque para encontrar al gato escondido, no alcanzaba con seguir viendo la imagen en la forma que se presentaba. Había que mirar de otra manera.
¡Y aquí está! ¿pudiste descubrirlo en menos de 15 segundos? Si no pudiste, no importa. Los desafíos visuales no son fáciles de hacer; sino que necesitas práctica y más práctica.
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